Por favor, no vuelvas.

- No me dejarías así… ¿Cierto?
- ¿Entonces qué? ¿Qué es lo que quieres?

Recordaba cada una de las palabras perfectamente. Eran dulces, delicadas, y llenas de mentira.
Para ese entonces, no había analizado las consecuencias. Siempre había pensado que si analizabas las situaciones y sus posteriores consecuencias toda la magia se perdería, y la vida sin magia no tenía sentido.
Entonces aprendió.
Debió haber imaginado que todas esas caminatas bajo la lluvia, los paisajes decorados con frondosos pinos y abetos, las llamadas, y las cartas sólo habían sido parte del juego; de la estúpida mentira momentánea que vivieron.
Se cuestionaba día a día lo que “Felicidad” era, sin atreverse a sacar alguna conclusión. Estaba asustada.
Ahora sólo tenía recuerdos, mitómanos recuerdos, que ella misma distorsionaba; era la única manera de ser feliz.
La imagen del sujeto alejándose en el tren le parecía brutalmente desoladora, era mejor recordarlo como un “Ya volverá", por más penoso que fuera cambiar una realidad tan radicalmente.
¿Te hace feliz ahora?
Solía escribir antes de que él se fuera, escribía en su diario, con una caligrafía alegre. Ahora las páginas de su diario eran simples garabatos llenos de manchas de tinta, sin un mísero acontecimiento que recordar.
Por la ventana, los relámpagos comenzaban a sonar en el cielo, y la lluvia no planeaba cesar.
No, no quería que regresase.
El ruido de la lluvia le había inspirado a terminar la última carta. La tenía en el último cajón del salón de estar, junto a un montón de papeles gastados e historias sin completar.

"Y, posdata: Por favor no vuelvas"

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Euh... No parece algo escrito por mí. ¿Cambio de estilo, quizás? No sé. Al principio me gustaba; ahora no sé. Estoy muy enferma, eso me ha dado tiempo para escribir varias cosas... ¡Nuevos experimentos!
Espero que les haya gustado lo de arriba. De todas formas; quiero escribir algo mejor. No sé porqué me gusta ><
Nandiú.